Cuentos desmesuradamente cortos
Comparado con “El dolor”, el cuento del dinosaurio de Monterroso es tan largo como “ Guerra y Paz”. El microcuento (o la minificción o la ficción súbita) es un género muy apropiado para estos tiempos de atención dispersa. Reproduzco una selección publicada por el suplemento Generación de El Colombiano, en diciembre de 2017. La ilustración corresponde a esa publicación.
El dolor
¡Ay!
Monólogo de la muerte
Ese que ahora ríe y canta y brinca de alegría. Ése… Sí, ése también.
Vida en otro planeta
Soy un ser de otro planeta. Todos somos seres de otro planeta. Este es otro planeta.
Rosa la rusa
En las afueras de Rusia vivía Rosa la rusa. Sus padre la pusieron Rosa porque les gustaba ese nombre. Pero yo tengo mucho sueño, así que mejor me excusan.
Epitafio
Su vida fue importante para él.
Refutación del tiempo
Tengan todos presente que futuro no se ha visto a alguien teniendo todavía.
El mundo moderno exige saber inglés
–What is your name?
–Yes.
–And, what time is it?
–Thank you.
La sospecha
Juraría que estoy escribiendo algo.
Rituales
Y pasaron con unos frasquitos diminutos de hermoso cristal negro y recogieron las lágrimas de los dolientes y luego las enterraron con el difunto.
Vieja costumbre
Dice Heródoto que, al menos una vez en su vida, toda mujer casada debe ir a un lugar público y entregarse a otro hombre a cambio de dinero.
Mejoría
Mis dos bocas bostezaron a la vez, una por hambre y la otra por cansancio. Me cubrí con dos de mis manos derechas para no importunar a los invitados con el feo espectáculo de mis deterioradas primeras filas de dientes. Recuerdo que a tres de mis oídos llegaron pedazos de una dulce melodía y por ello, en parte, se disipó el cansancio. Entonces, sólo una de mis bocas bostezó.
Esperando a Godot
Godot ha llegado. Acaba de llamar del aeropuerto y dijo que se pondría enseguida en camino hacia acá. De un momento a otro llamará a la puerta.
La figura del padre
A Jaramillo lo tuvo el papá.
Apuntes para un tango
Yo soy un pobre escritor, que a mí mismo me da horror
Años
–Jacinto, ¿qué opinas de mi nueva piyama de seda transparente?
–Muy bonita, mija. ¿Cuánto le costó?
De la vida conyugal
¿Dónde aprendió esa caricia? ¿Qué salvaje, qué película o qué círculo de amigas le ha enseñado esa osadía? Lo que sea que haya sido, bendito sea.
El asterisco
Después de aquello, el asterisco parecía el signo de copyright.
Nocturno de la autopista
Cuando apagaron las luces del autobús, ella fingió que dormía en mi regazo.
Último piso
Sullivan era solo. Vivía en un edificio de apartamentos pequeños, no muy lejos del centro. El suyo era el último al final del pasillo del segundo piso. Había seis apartamentos en cada piso, excepto en el primero piso y esto es una solemne güevonada y mejor me piso.
Sin título
Había una vez un colorín colorado, y este cuento se ha acabado.
Estos y buena parte de la cuentamenta están incluidos en “ La brújula del deseo” (cuentos 1986-2014).
Disponibe en La librería de la U .